EUROPA
PRESS
12 enero
2017
Científicos de la Universidad de Granada han desarrollado un
análisis que permite detectar contaminantes orgánicos (parabenos
o benzofenoma), presentes en productos de cuidado
personal (PCPs), cosméticos, artículos del hogar y
fármacos, en la sangre menstrual.
En
concreto, los parabenos se usan como conservantes en
productos de higiene, bebidas, comidas y fármacos, mientras que las benzofenonas se usan fundamentalmente como filtros
ultravioleta para la protección solar en cremas y lociones.
"La
biotransformación de parabenos y benzofenonas
(asimilación por parte del organismo) depende de la forma de exposición, pero
se sabe que se transforman en derivados más sencillos que pueden ser excretados
fácilmente por la orina", ha explicado una de las autoras del trabajo,
Olga Ocón Hernández.
Sin
embargo, prosigue, debido a que el sistema metabólico excretor no es
completamente efectivo, estos compuestos pueden acumularse en diferentes
compartimentos humanos, como tejido placentario y leche materna, entre otras
matrices.
Por
ello, los investigadores quisieron analizar la presencia de 4 parabenos y 6 benzofenonas en
muestras de sangre menstrual donadas por 25 mujeres españolas, detectando que
todas las muestras analizadas contenían al menos 3 de los compuestos
estudiados, siendo el metilparabeno (96%) y la benzofenona-3 (96%) los detectados con mayor frecuencia.
Efectos adversos de estos compuestos
"La
preocupación en el uso y consumo de productos en cuya composición se encuentren
parabenos y benzofenonas
deriva de los recientes hallazgos sobre los efectos adversos que estos
compuestos pueden causar. El problema es que actúan como disruptores endocrinos,
ya que tienen la capacidad de alterar la homeostasis normal del sistema
endocrino en los seres vivos", ha explicado Ocón.
Así, se
ha relacionado la exposición a estos productos tóxicos con un mayor riesgo de
sensibilización alergénica, daño en el ADN espermático y endometriosis, entre
otros trastornos. Hasta ahora, la mayoría de estudios epidemiológicos que
analizan la relación entre niveles de exposición humana a contaminantes y salud
suelen usar suero u orina como matriz para realizar la medida de contaminantes.
"No
obstante, para establecer relaciones con desórdenes menstruales o endometriosis
pensamos que sería interesante su medida en sangre menstrual, ya que
proporciona una mejor estimación de su contribución al microambiente hormonal
uterino. La progesterona y el estradiol son hormonas esenciales para el control
del ciclo menstrual, por lo que es plausible que la exposición humana a este
tipo de sustancias afecte a su producción y función y, por tanto, a la
regulación del ciclo menstrual y a las características del sangrado, en cuanto
a duración y cuantía", ha zanjado la investigadora de la UGR.